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En esta entrada del blog voy a tratar de contar todo lo que he vivido ese fin de semana, que no es poco, así que espero que no se me quede nada en el tintero ;)
Previo a la carrera
No voy a contaros nada de los entrenamientos previos a la carrera puesto que ya están explicados en las entradas anteriores del blog y en la pestaña de Entrenamientos del blog, pero lo que sí voy a contar, porque no lo había hecho todavía, es mi último incidente unos días antes de la carrera.
Resulta que el martes anterior a la carrera había quedado para hacerme una sesión de descarga en el fisio, igual que hice cuando preparé la Maratón de Sevilla, así que allí que fui y como siempre, me tumbé en la camilla, me hizo la descarga y hasta ahí todo perfecto. Sí que me dijo que estaba bastante cargado, cosa que yo ya sabía, pero me hizo lo que él creyó conveniente y lo que ya me había hecho otras veces.
Total que, para rematar el masaje, el fisio suele aplicar un ratillo las corrientes del tens (electroestimulador), así que me puso los electrodos y empezaron las corrientes. Al cabo de unos minutos tuve que llamarle a gritos porque se me había subido el gemelo derecho, con el dolor que eso conlleva. Esto era algo de lo que había oído hablar pero que no me había pasado en la vida, al menos que yo recuerde. Me quitó rápidamente las corrientes, con lo que el gemelo volvió a su sitio y me masajeó, pero se me quedó bastante dolorida la zona del gemelo.
Pensé que ese dolorcillo que se me había quedado quedaría en nada al día siguiente, pero no fue así. El miércoles me levanté cojeando y decidí no salir a hacer el trote que me tocaba. En ese momento empecé a tenir dudas sobre la carrera, imaginad como me sentía, pero decidí tomármelo con calma y esperar al día siguiente para ver si se pasaba.
Lógicamente el día siguiente (jueves), aunque algo mejor, no estaba bien, así que llamé al fisio, le comenté como estaba y me dió hora para el día siguiente para tratar de dejarme bien para la carrera. Mientras tanto estuve dándome calor con una manta eléctrica y manteniendo la zona caliente. Creo que podeís imaginar la rabia y nervios que tuve durante esos días, aunque en todo momento traté de controlarlos de cara a la gente que me rodea.
Volví al fisio el viernes a primera hora de la mañana y la verdad es que no se lo que me hizo, pero se pegó una buena hora masajeando y salí de allí con algo más de esperanza de poder llegar a la meta el domingo, aunque seguían quedando dudas sobre si el gemelo aguantaría o no. También me dio una crema para que me la pusiera antes de la carrera con la finalidad de calentar el gemelo antes de empezar a correr.
El sábado me levanté sin apenas molestias y empezaron a disiparse mis dudas sobre si por esa parte aguantaría o no la carrera, así que con menos dudas sobre esto, a las 9 de la mañana tenía ya a toda mi familia subida en el coche camino de Castellón.
Pasé unos días muy duros a nivel mental, en momentos en los que creía que se iba a ir todo por la borda y aunque en todo momento traté de ahuyentar esos pensamientos y traté de pensar en positivo, la verdad es que lo pasé bastante mal.
El sábado 6 por la mañana llegué a Castellón con Nuria y mis nenes, Sara y Àlex. Nos tocó salir temprano porque ese día a las 11 de la mañana había organizadas una serie de mini-maratones infantiles en el Parque de Ribalta a las que había inscrito a Sara y a Àlex. Al no haber podido ir los días de antes a recoger los dorsales para la mini-maratón, como se hizo para el resto de los niños, teníamos que estar en la feria del corredor a las 10 de la mañana puesto que la organización nos había facilitado poder hacer este trámite el mismo sábado.
Aproveché para recoger también mi dorsal, chip y la bolsa de corredor. Para mi gusto, una bolsa bastante normal, con camiseta técnica Joma y poca cosa más. Tras recoger los dorsales y visitar la feria del corredor, Sara y Àlex se colocaron su dorsal y fuimos a la zona de salida de su carrera.
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Se habían organizado tres carreras distintas por edades y a Àlex le tocó correr en la primera de ellas.Estaba nervioso porque nunca había corrido ninguna carrera con más niños y me decía que no sabía si tenía que correr muy rápido o ir aguantando el ritmo (no sé donde habría oído eso antes jeje), pero supo hacerla muy bien.
A todo esto, Chema Martínez fue el encargado de dar la salida y corrió en cabeza de todos los niños que participaron en cada una de las carreras.
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En principio su recorrido tenía que haber sido de dos vueltas al parque pero al final por motivos de organización se quedó en una sola vuelta.
Una vez que acabaron las carreras, recogieron los regalos que les tenía preparados la organización: una mochila, con una camiseta y un cronómetro de regalo. Aunque lo que más ilusión les hizo, sin duda, es que les colgaran una medalla :D.
Después de que los niños corrieran sus carreras nos fuimos a nuestro hotel, el Castellón Center, muy cerca del parque donde habían corrido y cerca de donde estaría la meta el día siguiente. Nos instalamos, nos arreglamos y tras esto nos fuimos a comer al Restaurante Pizzeria San Luís donde había quedado para comer con mis compañeros de preparación.
¿Qué puedo contar de la comida? Pues que fue una tremenda emoción volver a coincidir con Isaac y Josep, a quienes ya conocía en persona de antes y que me encantó poder conocer en persona a July y Óscar y por supuesto, a sus familias.
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Fue una comida muy emocionante, la verdad, en la que estuvimos hablando de las típicas cosas que hablamos los corredores, de ritmos, de estrategias, etc. (pobres familias nuestras, lo que les toca aguantar jeje) y que acabó, como no podía ser de otra manera, con unos pedazo de postres de esos que hemos ido evitando a lo largo de toda la preparación de la Maratón, pero a los que no pudimos decir que no XDSi hay un punto negativo de todo el fin de semana es el de no habernos hecho una foto todos juntos, algo en lo que yo al menos no había pensado hasta el momento en el que llegué de vuelta a Valencia :(
Aunque pensando en positivo, ahora ya tenemos la excusa perfecta para volver a coincidir algún día, pensándolo fríamente es algo que me sabe fatal porque me hubiera gustado mucho haber tenido una foto de todos juntos. Desde luego... :(
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Acabamos de comer y volví al hotel con mi familia para descansar un ratillo. Luego estuve preparándome todo lo que necesitaría para la carrera del día siguiente, ritual al que todos le damos una gran importancia y a mi, personalmente, me gusta un montón. Creo que es una gran sensación saber que tienes controlado todo lo que es controlable en una Maratón, aunque sea tan poca cosa como eso.Después de descansar y ya avanzada la tarde salimos a dar una vuelta por el centro de Castellón y tras esto fuimos a cenar en un restaurante justo frente a nuestro hotel, donde teníamos reservada la cena junto con July, Josep y su mujer, Sofia.
Al entrar la tarde, había empezado a hacer viento y había ido aumentando y cada vez hacía más. Consultando el tiempo en el móvil veíamos que la predicción para la primera parte de la carrera iba a ser esa y que haría bastante viento, así que tocaría ser prudente.
Esta vez durante la cena sí que nos tomamos nuestro menú maratoniano, con sus spaghettis, pechuguita de pollo, agua, fruta, etc y esta vez sin postres tan ricos y calóricos como los que nos habíamos tomado tras la comida XD
Después de cenar, nos despedimos y quedamos ya para la mañana siguiente a las 8,30 en el hall de su hotel, que estaba a pocos metros de la zona de salida.
Al llegar al hotel nos acostamos y la verdad es que dormí toda la noche del tirón. No suelo tener problemas nunca a la hora de dormir y esta vez no fue una excepción.
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Pensé que la próxima vez que viera este indicador, la carrera ya debería de estar hecha... o al menos eso es lo que deseé en ese momento.
Después de tomarme el café volví a la habitación del hotel, acabé de vestirme y de prepararme y salí andando hacia el hotel donde había quedado con el resto de compañeros de aventura.
A las 8,30 estaba yo como un clavo en el hall del hotel y en eso que aparecieron Josep y July. Tras ellos apareció Óscar y luego Isaac. Todos juntos nos fuimos para la zona de salida y tras despedirnos y desearnos suerte, cada uno fuimos a nuestro cajón de salida, el mío, igual que en Sevilla, compartido con Isaac, no sin antes vaciar el depósito XD y ponerme la crema de calentamiento que me dió el fisio unos días antes.
Hago un pequeño paréntesis antes de ponerme a escribir sobre como fue la carrera, para poner el plano del recorrido, que fue este:
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Y tras poner el recorrido, sigo con mi crónica donde me quedé, justo dentro del cajón de salida en esos momentos antes de dar la salida.
La carrera
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Esos momentos de espera en el cajón de salida tienen algo mágico. Ahí creo que ya ha empezado una Maratón. Para mi es una mezcla de nerviosismo y relajación al mismo tiempo (vaya contradicción, no?), son sensaciones difíciles de explicar para alguien que no las ha vivido.No se cuantas veces nos dimos la mano, nos abrazamos y nos deseamos suerte Isaac y yo durante esos minutos en el cajón de salida, pero es que esos momentos y esas sensaciones son así.
Tras sonar a todo volumen "The final countdown" de Europe y "Carmina Burana" de Carl Orff, sonó el pistoletazo de salida y al ritmo del "Highway to Hell" de los ACDC y bajo miles de trocitos de papeles de colores que se mezclaron en el aire, los corredores salimos y empezamos a pasar bajo el arco de salida.
En ese momento es cuando a uno le viene a la cabeza un montón de pensamientos mezclados. El primero y creo que principal, el de que ya solo toca correr esos 42 kilómetros y 195 metros que quedan por delante, para lo que uno ha entrenado, a lo que uno ha dedicado tantas horas quitadas a la familia y a otras cosas importantes. Ahora toca demostrar que todo eso había valido para algo.
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Apenas salí recordé lo que me había dicho Josep en el hall de su hotel antes de la carrera y no sería la única vez que recordaría alguno de sus buenos consejos a lo largo de la carrera.Josep dijo que iba a ser una carrera en la que el viento nos iba a afectar en varios puntos del recorrido, pero principalmente en dos de ellos, en la ligera subida hacía la Universitat Jaume I (UJI), sobre el kilómetro 7,5, donde se daría la vuelta y luego más adelante en la vuelta del Grao (algo antes del paso por la Media Maratón) hacia Castellón.
Con esto en la mente, me metí en medio del grupo que iba tras el práctico de las 3h30 y ahí estuve resguardado entre el resto de corredores durante los primeros kilómetros.
En estos primeros kilómetros el pulsómetro empezó, como es habitual, marcando lo que le daba la gana, así que no le hice caso. A partir del kilómetro 4 ya se estabilizaría y desde ese momento ya pude utilizarlo como referencia.
En la ida hacía la UJI me crucé con los corredores más rápidos y que ya volvían desde allí. Pude ver a Josep e incluso pude darle un grito de ánimo :D.Viendo que mientras iba metido en el grupo del práctico de 3h30 mis pulsaciones eran muy buenas y estaban bastante por debajo de lo que es mi rango de maratón, decidí no seguir con ese grupo y adelantarme a ellos y tratar de hacer mi carrera en el momento en el que llegásemos a la UJI.
Fue complicado adelantarlo porque en la zona de la UJI la zona se estrechaba bastante y había mucha gente justo tras el práctico, pero en finalmente lo conseguí un poco antes de hacer el giro de 180 grados que se hace en esta zona, sobre el kilómetro 7,5.
Ahí ya empecé mi carrera en solitario y sin nadie más que yo marcándome el ritmo y, ahora sí, con el viento a favor y desnivel también ligeramente a favor llegué al kilómetro 10 en un tiempo de 0:48:49 (a un ritmo medio de 4'53 min/km).
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Josep me dio un tremendo consejo al acabar la Maratón de Sevilla y fue que me quedara con las sensaciones con las que había corrido esa Maratón, porque esas eran las buenas para cualquier otra maratón que corriera. Esa frase es algo que se me ha quedado grabado en la mente y que llevaré siempre ahí en cada maratón que corra.
Una de las sensaciones que recuerdo de Sevilla fue el paso por la media maratón. En esa ocasión mi objetivo fue el de pasar por la media con la sensación de haber estado calentando, no la de haber estado corriendo. Por ese mismo motivo mi objetivo en Castellón para el paso por la media maratón era el mismo, pasar por ahí con esas sensaciones y para eso había que controlar las pulsaciones.
Entre los kilómetro 12 y 14 había una zona en la que, de nuevo, nos cruzabamos los corredores que íbamos con los que venían de vuelta. Ahí me crucé con Óscar, que iba dentro de su previsión, con el grupo del práctico de 3h15 y a la vuelta con Isaac, quien me dió ánimos y me gritó que corrieramos con cabeza :D
Sobre el kilómetro 14 encontré delante de mi a una pareja que iban a un ritmo muy parecido al mio. Fue algo no premeditado el mantenerme con ellos durante unos cuantos kilómetros y durante esos kilómetros se nos fue uniendo algo más de gente, formando un grupito de unas 10 personas que afrontamos el tramo desde Castellón hasta el Grao y donde ya veíamos que ibamos a tener problemas con el viento en contra en la vuelta hacia Castellón.
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En esos momentos me acordé de una de las conversaciones en el whatsapp con Óscar, en las que hablábamos sobre nuestro objetivo para la carrera y estrategia. Recuerdo que Óscar me dijo que él, en mi caso, intentaría pasar por la media en un tiempo de 1h44 y a partir de ahí, viendo las sensaciones, intentar o mantener o subir el ritmo.
La que me dijo Óscar era también una de las bases de mi estrategia para la Maratón. Como podeís ver he tenido grandes "asesores" a la hora de plantear esta Maraton, eh? ;) Al pasar en algo menos de ese 1h44 y con las sensaciones con las que pasé, fue cuando tuve esperanzas de que, si todo seguía como iba hasta ese momento, podría hacer una marca algo mejor de lo esperado.
En esos momentos sólo dos dudas rondaban en mi cabeza. La primera, que el gemelo me aguantara la segunda media parte de la carrera. La segunda, que me funcionara el plan de Daniels que había seguido y del que tenía la duda de que no tenía ninguna tirada larga de más de 2h30.
Con mi improvisado grupo encaramos la vuelta desde el Grao hasta el centro de Castellón. Esos serían los peores momentos de la carrera en cuanto al viento. Ni aún queriendo había manera de resguardarse del viento y a la vista de los parciales, estos salieron un pelín más lentos que el resto, aunque me daba seguridad estar metido ahí en ese grupo y tenía la sensación de ir a un ritmo bastante constante.
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Una de mis mayores preocupaciones a la hora de correr esta carrera ha sido la de no pasarme de ritmos porque esta vez tendría a mis nenes viéndome y bajo ninguna de las maneras iban a verme ni rendirme ni abandonar. Alguna gente antes de la carrera, me había dicho que podría intentar hacer una mejor marca de la que finalmente hice pero yo tenía claro que lo que no iba a hacer era arriesgar al máximo y jugarme el que mis hijos me vieran mal. Esa ha sido en todo momento mi "regla número 1" para esta Maratón.
Finalmente los vi, creo que sobre el kilómetro 34, y al verlos me alegré un montón y me fui hacia ellos para chocarles la mano. Tras este momento pensé que ya sólo me quedaba recorrer unos 8 kilómetros y ya volvería a encontrarmelos en la meta. Pero todavía me quedaba correr un rato.
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El ciclista tiró hacia adelante pero yo seguí codo a codo con este corredor adelantando a uno tras otro, a un ritmo que en algunos momentos creía que era más de lo que debería, pero no me importaba. En esos momentos me encontraba cansado, pero los kilómetros iban cayendo uno detrás de otro y, aunque posiblemente desde fuera se viera de otra manera, yo notaba que iba corriendo de manera eficiente, zancada a zancada y de manera regular y constante.
Mano a mano con este corredor enfilamos de nuevo el centro de Castellón, ya abarrotado de gente animando. Qué pasada correr entre tanta gente animando, llamándote por tu nombre y dándote ánimos y diciéndote que ya apenás te queda nada para llegar a la meta.
Seguimos adelantando a bastantes corredores que ya no podían con los ritmos que llevaban y a cada uno de los que pasaba, me daba un subidón.
Llegó un momento en el que mi improvisado compañero sacó fuerzas de algún sitio en el que a mi ya no me quedaban y se fue yendo hacia adelante. No me importó porque ya quedaba muy poco y ese poco ya no iba a pararme, tenía que tirar y no pensar en nada más.
En ese momento vi de nuevo el kilómetro 41, el que estaba a pocos metros de mi hotel y que había visto por la mañana al ir a tomarme un café y en ese momento supe que esto ya estaba hecho. Pensé que ya no quedaba más que aguantar un poco porque eso ya estaba casi hecho.
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Giré la última curva y entré en el parque, enfilando la larga recta de meta, disfrutando de ese momento. Lo había conseguido! Ya tenía mi segunda maratón en el bolsillo!
Pasé la meta en 3:23:02 (ritmo real de 4'50 min/km) y tras pasarla un voluntario me colocó una toalla por encima, me dijo que me sentara y me quitó el chip que llevaba en la zapatilla. No me dejó ni que me agachara a ayudarlo, así que es para estar muy agradecido.
Tras quitarme el chip me encontré de nuevo al corredor con quien había compartido esos últimos kilómetros de carrera y le di la mano y lo felicité y el hizo lo mismo conmigo. Creo que nos vino muy bien a los dos compartir esos últimos kilómetros donde las piernas ya van duras y creo que gracias a eso pudimos mantener un buen ritmo en esa última parte de la carrera.
Buscando la salida de la zona de meta, otro voluntario me colgó la medalla y en ese momento empecé a disfrutar de lo que había conseguido. También en ese momento y a través de las vallas vi a Nuria, Sara y Àlex y vi que estaban muy contentos de verme y de ver que lo había conseguido.
Les dije que me esperasen fuera y dando la vuelta salí a su encuentro, no sin antes comerme un trozo de pizza y tomarme una cervecita bien fresquita que me ofrecieron y que me había ganado XD
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Fue un momento en el que me vine algo abajo, me dio muchísima pena aunque en el momento traté de no darle demasiada trascendencia al asunto y que no se me notase, principalmente porque no quería que Josep se desmoralizase más de lo que seguramente estaría ya en ese momento.
Estuvimos un rato viendo pasar a los corredores y al poco apareció July. Iba muy bien y vimos que iba a bajar de las 4 horas, lo que era su objetivo. Me alegró mucho ver que lo cumplía y creo que por parte de Josep, esto le alivió la pena de no haber podido acabar él.
Luego vuelta al hotel y ahí ya pude comprobar que tanto Isaac como Óscar habían conseguido sus objetivos, lo que me alegró un montonazo.
Independientemente de conseguir mi objetivo, en esta maratón yo necesitaba que mis compañer@s también cumplieran los suyos. Esta vez he llegado a sentirme en algunos momentos como parte de un pequeño equipo y aunque, el Maratón a veces no es justo, los triunfos de July, Isaac y Óscar y el abandono de Josep también los he sentido en parte como míos.
Para todo el que quiera ver el recorrido y los ritmos de carrera con más detalle, podeís hacerlo en la práctica de endomondo y para todo el que quiera saber con más detalle lo que hicieron mis compañer@s, podeís leeros sus fantásticas crónicas aquí:
- Isaac: El Rincón de Isaco13: V Maratón Ciudad de Castellón. Mi crónica
- July: Persiguiendo un sueño: 42.195 metros para soñar. Crónica de una Maratón casi perfecta
- Josep: Tras las zancadas de Josep: Maratón Castellón 2014
Después de la carrera
Esta vez, la sensación de poder tomarte una cerveza sin los remordimientos que te da cuando te estás entrenando para una maratón es algo que me encanta :P. Charlamos un rato y finalmente nos despedimos aunque a día de hoy y espero que durante mucho tiempo, hemos decidido mantener activo el grupo de whatsapp que creamos y en el que hemos compartido tantas cosas.
No me cabe duda de que más pronto o más tarde, volveremos a coincidir en alguna carrera, seguro, porque creo que todos nos hemos divertido un montón durante esta preparación.
¿Y ahora qué? Pues ahora me toca pensar en cuál puede ser mi próximo objetivo, aunque tengo más o menos claro que en 2015 va a estar complicado poder preparar y correr una Maratón, así que de momento no tengo todavía nada claro.
Me he marcado unas semanas para dedicarme a recuperarme y durante esas semanas espero establecer mi rumbo para el año que viene. Lo importante es seguir con las zapatillas puestas.
Y hasta aquí mi crónica de la Maratón de Castellón. Gracias por leerme y un abrazo.
