Dicen que la primera maratón siempre te deja un sabor especial. Y, sin ninguna duda, así fue para mí. Siempre recordaré la primera vez que corrí esos 42,195 kilómetros, en Sevilla el 23 de febrero de 2014, con esa sensación de duda de ¿seré o no capaz? Tampoco olvidaré nunca la entrada en meta en el Estadio Olímpico de la Cartuja de Sevilla, sabiendo que Nuria, mi mujer, estaba en las gradas y con una sensación de triunfo que nunca olvidaré. Mi primera maratón me dio un buen montón de recuerdos que son irrepetibles y que espero conservar siempre...
Mi segunda vez, el 7 de de diciembre de 2014 y esta vez en Castellón, también fue muy especial porque la viví antes, durante y después con gente "fantástica". Además, en mi segunda maratón hice la que es hasta el momento mi Mejor Marca Personal en maratón (3:23:03). La sufrí entrenando y fue dura pero esa vez decidí vivirla y disfrutarla así. Esta vez corrí una maratón más competitiva, más técnica y acabé con muy buen sabor de boca. Esta vez tenía a toda mi familia allí animando y fue un fin de semana también irrepetible y para recordar...
Esta tercera vez, el 12 de marzo de 2017 en Barcelona, ha sido distinta a las otras. Tratar de explicar lo que he sentido esta vez no va a ser nada fácil, aunque si hay una palabra que pueda definir lo vivido esta vez supongo que es la de emocionante. Lógicamente, una palabra no basta, voy a necesitar muchas más, así que aquí va mi crónica.
ANTES DE LA CARRERA
L@s que habeís estado leyendo mis entradas del blog sobre la preparación ya más o menos sabéis que era lo que quería hacer en carrera. Esta vez no iba a por marca, quería disfrutar de la carrera y digámoslo así, saborear el recorrido por Barcelona. Esta vez a priori me manejaba en tiempos de entre 3h35 (en el mejor de los casos) y 3h45, aunque en realidad lo importante era que esta vez la marca no era lo importante. Desde que empecé a preparar la Marató ya tenía clarísimo que lo principal tenía que ser DISFRUTAR (sí, en mayúsculas).
Como ya conté en mi última entrada del blog unos días antes de irme a Barcelona, Oscar, una de las personas que me acompañó en el camino a la Maratón de Castellón, me ofreció la posibilidad de correr la Marató con él y un compañero de trabajo, que debutaba en maratón. Su idea era la de rondar las 3h45, así que acepté sin tener que pensarlo demasiado y me pareció una idea genial.
Teniendo más o menos claro como iba a plantearme la carrera, llegué a Barcelona con mi familia el viernes por la tarde. Nos alojamos en el hotel que teníamos reservado en la zona de Sants, salimos a cenar, organizamos cosillas en el hotel y nos acostamos relativamente pronto para poder aprovechar el sábado.
El sábado por la mañana visitamos el Camp Nou. Veníamos con las entradas compradas de casa y era una de las pocas cosas que teníamos programadas. La verdad es que es una visita increíble, tanto si eres futbolero (como mi hijo Àlex) como si no lo eres tanto (como mi hija Sara, mi mujer o yo mismo jejeje).
Acabada la visita, cogimos el Metro y nos fuimos a la Feria del Corredor para recoger el dorsal para la Marató. Como se nos hizo algo tarde, comimos cerca de la Plaça d'Espanya y justo después de comer y mientras mi familia me esperaba fuera visitando la Font Màgica y los alrededores, entré a la Feria donde hice una recogida relámpago de bolsa, dorsal y camiseta. La verdad es que me hubiese gustado recorrer la feria y haber pasado rato allí viendo cosas, porque por lo poco que vi es una feria impresionante, pero me supo mal no aprovechar para ver sitios más interesantes de Barcelona con mi familia y creo que la visita a la Feria no duró más de 10 minutos (superando mi Mejor Marca Personal en Ferias del Corredor con diferencia jeje).
Pasamos el resto de la tarde visitando el Parc Güell (que, por cierto, vaya cuestas hasta llegar al Parc... ufff) y de ahí, vuelta al hotel, salida a cenar y de nuevo al hotel. No dio tiempo a visitar muchas de las cosas que teníamos previstas, así que decidimos por unanimidad que tendremos que volver a Barcelona otra vez con más tiempo. Esta vez había el tiempo que había y no dio para más.
Al llegar al hotel después de cenar tenía la sensación de que había andado bastante más de lo que se aconseja hacerlo el día antes de una maratón, pero fue un día muy bonito y muy bien aprovechado. Barcelona... ¡volveremos!
Ya de noche y como es tradición, me preparé las cosas para la carrera, me di una ducha y me acosté. Mi familia se quedó viendo la tele en la habitación y yo, que no suelo tener nunca problemas en coger el sueño, me quedé frito enseguida.
LA CARRERA
El despertador sonó a las 6 de la mañana. En la habitación del hotel me tomé mi habitual desayuno a base de leche y cereales que esta vez había traído de Valencia, pasé por el baño, me vestí y después de coger el Metro llegué a la Plaça de Espanya.
Como anécdota con esto del desayuno, como ya he dicho antes, esta vez me había traído desde Valencia los cereales que tomo normalmente antes de una carrera porque es lo que me va bien y no son fáciles de encontrar. Como suelo tomarlos con leche, el sábado por la mañana compré una caja de leche en Barcelona, y así ya tenía el desayuno pre-carrera listo.
Curiosamente, el sábado por la tarde me tomé unas galletas para merendar y abrí la caja de leche y después de haberme comido ya unas cuantas galletas, me di cuenta de que la leche estaba mala. Con las galletas disimulaba el sabor agrio pero sola estaba malísima. Menos mal que me dio por abrirla el sábado y todavía tuve tiempo de ir a comprar otra caja de leche porque si no me hubiera dado cuenta, me hubiera fallado el desayuno del día de la carrera o, lo que es peor, me la hubiese tomado sin darme cuenta y podría haber tenido un gran marrón (nunca mejor dicho) en carrera.
Como iba diciendo, llegué con bastante tiempo, antes de las 7:30. Con Oscar había quedado a las 7:45, así que aproveché ese tiempo para tomarme un plátano, pasar por los WC otra vez y acabar de prepararme.
Encontré a Oscar y después de saludarnos, fuimos a la zona donde habían quedado sus compañeros de Red Runners. Por cierto, allí pude saludar a David, de
Blog Maldito, que me presentó Oscar y de quien tanta cosa he leído sobre la Marató antes de llegar aquí. Al poco llegó su compañero de trabajo, Jose Luís, que debutaba y después de hablar con otro compañero del club, Dario, también decidió que vendría con nosotros y que ese sub3h45 estaría también bien para él. Así que íbamos a tomar la salida los cuatro juntos e ir en grupo, con Oscar controlando los tiempos de paso reales. Era una buena estrategia. Por cierto, hubo foto con los Red Runners en la que me dejaron ponerme pese a ser más un "Black Runner" que un Red Runner :-D
A esa hora el sol ya empezaba a dar de lo lindo, lo que me hacía prever que el final de la carrera iba a ser duro por el calor. Era un comentario que oía en muchas de las conversaciones de la gente que tenía a mi alrededor, así que habría que estar preparado y habría que ir hidratándose bien en carrera.
Apurando bastante, pocos minutos antes de las 8:30 nos metimos en el cajón de salida y oímos como se dio la primera salida. Nosotros salíamos en la segunda así que tras salir los primeros nos adelantamos ya bastante y esperamos a que se diera nuestra salida. Con el tema
"Barcelona" de Montserrat Caballé y Freddie Mercury, que fue el himno oficial de los Juegos Olímpicos de 1992, dieron nuestra salida. No es que yo sea un gran fan de Freddy Mercury y menos de Montserrat Caballé, pero fue un momento en el que no pude evitar mirarme los pelos de los brazos, que se me habían puesto totalmente de punta. ¡Fue un momento superemocionante! Esto empezaba y lo hacía bien. Me encontraba motivado y con muchas ganas de correr.
Para explicar mi carrera, voy a dividirla en los tramos tal cual la tenía yo dividida mentalmente antes de correrla. Posiblemente para alguien conozca Barcelona pueda ser una división algo extraña, pero es la división que me hice yo mentalmente las semanas previas a la carrera, resultado sólo de mi estudio del recorrido y la voy a explicar así.
Tramo 1: la subida hasta el Camp Nou
Ya había leído que la primera parte de la carrera es la peor, en cuanto a desnivel. Son unos 7,5 kilómetros que transcurren por las calles Sants, Berlín y Numancia hasta llegar a Diagonal y que ya tenía yo en mente como mi primer punto de referencia de carrera, en los que tocaba conservar fuerzas y perder tiempo, que ya recuperaríamos más tarde cuanto el trazado fuera más favorable. A ver, seamos claros. No es que este tramo tenga un desnivel demasiado importante ni demasiado duro, pero coincido con la opinión general al decir que en este tramo hay que correr conservador para que la carrera no nos pase factura al final.
En esta parte fue Oscar el que fue marcando el ritmo. Él nos iba comentando los distintos cambios en el trazado, donde ser más conservador, nos decía hasta por donde correr para aprovechar la sombra... la verdad es que fue un guía de lujo.
Distancia |
Tiempo de carrera |
Tiempo parcial |
Ritmo parcial |
Posición |
Km 5 |
0:26:47 |
26'47" |
5'21" |
7.831 |
En este tramo pasamos por el kilómetro 5 en un tiempo de 26'47", a un ritmo de 5'21, dentro de lo previsto puesto que la idea era perder algo de tiempo hasta llegar a la Avinguda Diagonal, sobre el kilómetro 7,5 donde el recorrido ya empezaría a ser en bajada.
Al paso por el avituallamiento del kilómetro 5, fue Oscar el que nos recogió las botellas de agua mientras nosotros seguíamos corriendo por el centro. De nuevo, otro punto positivo para él.
Tramo 2: llegar hasta la Sagrada Familia
Una vez pasado el Camp Nou, enfilamos la Avinguda Diagonal, ya en bajada y en un recorrido ya con más animación de gente, en el que, volviendo hasta casi volver a la Plaça d'Espanya, llegaríamos a la Gran Via de les Corts Catalanes.
Antes de eso, pasamos el avituallamiento del kilómetro 7,5 sin coger agua. En ese momento ninguno la necesitábamos y decidimos esperar al siguiente, pasado el kilómetro 10. El cielo empezó a cubrirse con algunas nubes que iban muy bien porque daba sensación de no hacer tanto calor.
Una vez llegados al kilómetro 10, esta vez cogí yo una botella de agua y me tomé el primer gel. Es una pasada que antes de cada avituallamiento haya unos carteles muy visibles que te indican que llegas a él en 100 metros porque de esa manera te da tiempo de sobra a sacar el gel, abrirlo y tenerlo preparado. Este detalle, como tantos otros, hace que la Marató de Barcelona sea un referente y tenga el nivel y la fama que tiene.
Después de esto, ya llegamos a la Gran Via, una zona por la que tenía muchas ganas de correr porque esta era una de las zonas
que tenía previsto ver con mi familia el día de antes y finalmente se nos quedó por
ver. Recuerdo estar corriendo muy cómodo y aproveché para ir viendo los
edificios y en modo de "piloto automático". Spoiler: creo que una de las claves
de los parciales que haría en la segunda parte de la carrera es la de
que en esta parte corrí sin preocuparme de mirar ritmos ni tiempos y con la mente sin ningún tipo de presión.
Después de recorrer la Gran Via giramos hacia la izquierda tomando el Passeig de Gràcia donde pude ver La Casa Batlló y la Casa Milà, la famosa Pedrera, justo antes de tomar el giro a la derecha que nos llevaría por la calle Roselló hasta la Sagrada Familia.
Ahí estaba el avituallamiento del kilómetro 15, donde tomamos un poco de agua. Recuerdo ese tramo como un auténtico subidón, con mucha gente y recuerdo también que debí subir un poco el ritmo porque al paso por la Sagrada Familia, mientras la miraba me di cuenta de que mis compañeros se me estaban quedando un pelín atrás y tenía que ir controlando y frenándome. Fue asombroso ver lo espectacular que es por fuera la Sagrada Familia y ese será uno de los motivos por los que volveremos a Barcelona. Ya tenía mi segundo tramo mental de carrera completado y todo iba fantástico. Recuerdo a Oscar decirme los sitios donde podría tirar yo delante si me notaba con buenas sensaciones aunque en ese momento mis pensamientos no estaban en eso. Ahí estaba disfrutando como un enano del recorrido, de la gente animando, de los grupos de los puntos de animación.
Los parciales durante este tramo fueron estos:
Distancia |
Tiempo de carrera |
Tiempo parcial |
Ritmo parcial |
Posición |
Km 10 |
0:53:33 |
26'47" |
5'21" |
7.670 |
Km 15 |
1:20:14 |
26'42" |
5'20" |
7.610 |
Como se puede ver, los tiempos eran perfectos para el tiempo final de carrera que se buscaba, estar por debajo de las 3h45'.
Tramo 3: subida de Meridiana hasta el Medio Maratón
Este era, según lo que me habían contado y había leído antes de la carrera, otro de los tramos que más había que gestionar a nivel físico y mental de todo el recorrido. Es un tramo recto en el que el recorrido hace una ligera subida en la ida y bajada en la vuelta. Con Oscar marcando el ritmo de manera muy inteligente empezamos con el tramo de ida. Mentalmente es un poco duro porque te cruzas con la gente que ya vuelve y va por el carril contrario aunque sinceramente, a mi no se me hizo porque seguía en mi modo de "piloto automático" y sin preocupaciones. Además, como uno de mis puntos mentales era el paso por el Medio Maratón y ese estaba justo al principio del tramo de vuelta de Meridiana, pues iba pensando en eso y a un ritmo muy cómodo pese a que el recorrido fuese en ligero ascenso.
Recuerdo la zona donde hacía el giro para coger el tramo de vuelta como un sitio con muchísima gente dando ánimos. Eso y el pensar que ahora tocaba un trozo de recorrido picando ligeramente hacia abajo donde podríamos correr más cómodamente, me hizo sentirme muy bien. Después de eso, pasamos por el kilómetro 20 y ahí me tomé mi segundo gel.
Un kilómetro después pasamos el arco de la Media Maratón. Recuerdo que ahí empezaba a notar ya el cansancio, pero en ese momento me di cuenta de que no estaba resultando especialmente duro y de que iba bien. Oscar me volvía a decir que si yo me veía con fuerzas, que tirara hacia adelante y que intentase hacer un tiempo algo mejor, y aunque llegué a planteármelo, decidí seguir con mi idea. También recuerdo que en ese momento me vino a la cabeza el kilómetro 26, donde iban a estar esperándome Montse y Alex, mis amigos catalanes que tenían algo de "culpa" en que yo estuviese corriendo en Barcelona. Pensé que tocaba correr esos pocos kilómetros más hasta llegar ahí con tranquilidad y una vez ahí y ya para el resto de carrera, concentrarme en los ritmos, tiempos y aguantar el posible sufrimiento hasta llegar al final.
Distancia |
Tiempo de carrera |
Tiempo parcial |
Ritmo parcial |
Posición |
Km 20 |
1:47:01 |
26'48" |
5'22" |
7.407 |
MM |
1:52:55 |
- |
- |
7.432 |
Como podéis ver, pasé la primera mitad en 1:52:55, a un ritmo medio de 5'21. Mentalmente calculé el doble de tiempo y, aunque tampoco es que me importase demasiado, pensé que íbamos algo justos, aunque dentro de lo previsto para rondar las 3h45'. Tal como mandan los cánones, estaba pasando la media maratón con buenísimas sensaciones y todo iba según lo previsto.
Tramo 4: bajada de Meridiana y ida y vuelta de Diagonal
Fue poco después del paso por el Medio Maratón cuando Jose Luís empezó a dar muestras de agotamiento.
Pensé que era demasiado pronto para eso y que no podía ser, pero la
verdad es que le veía mala cara. Bajamos un poco el ritmo para ver si se
reponía pero no me dio muy buenas sensaciones, la verdad.
|
Montse animando a topeee!!! |
Seguimos corriendo y casi sin darme cuenta vi el kilómetro 26 y junto a él, a Montse y a Alex, a quienes también acompañaba su amiga Su y fue una
grandísima alegría, tanta que me acerqué a chocarles las manos. La
verdad es que verlos fue un subidón total pero lo mejor es que ese subidón no iba a acabar ahí. Y es
que justo en ese momento, Alex se puso a mi lado y me dijo que me
acompañaba hasta el 31, puesto que se trataba de un recorrido de ida y
vuelta de más o menos 5 kilómetros que empieza y acaba en el mismo sitio. Alex me
preguntó si estaba corriendo con alguien y al decirle quienes eran mis
compañeros, Oscar me dijo que tirase delante, que me veía bien y que aprovechase la compañía de Alex para hacer un mejor tiempo. Creo que
me lo dijo también porque ellos necesitaban aflojar algo el ritmo si
querían acabar y a mí me veía con un puntito más.
¡Una, dos y tres! Fue una decisión así, en cuestión de tres segundos y es que en ese momento pensé
que si Alex me iba a acompañar hasta el kilómetro 31, luego ya "sólo" iban a
ser algo más de 10 kilómetros de soledad y concentración y yo me veía totalmente capaz de eso, así que decidí tirar. Además, aunque me daba algo de pena ver como veía a José Luís, sabía que estaba en buenas manos, así que me despedí de mis compañeros y tomé la decisión de que a partir
de ahí tocaba correr una carrera distinta y que iba a correr de la manera que había entrenado.
En ese momento hablando con Alex me di cuenta de que durante los 26 kilómetros anteriores apenas había mirado el pulsómetro. Lo había mirado en varias ocasiones y sabía que iba a pulsaciones bajísimas pero también me había dado cuenta de que no me estaba funcionando bien y estaba marcando muchísimos picos extraños. Esto de la cinta del pulsómetro es un misterio, aunque siempre se pone a dar por saco cuando más falta te hace. Me hubiese gustado haber podido llevar un control más exacto de las pulsaciones, principalmente de cara a analizar luego los resultados pero esta vez no he podido analizar demasiado.
El tramo de Diagonal, como ya he dicho antes, es un recorrido de ida, que llega hasta la Torre Agbar y de ahí vuelta de nuevo al kilómetro 26, aunque esta vez ya es el kilómetro 31. Recuerdo el giro de la Torre Agbar donde sonaba el Highway to Hell de los ACDC (fue otro un momento de subidón) y también recuerdo la conversación con Alex en este tramo de vuelta.
Cuando me encontré con Alex en el kilómetro 26, él ya había acompañado a un amigo desde la salida hasta ese kilómetro. El "máquina" había parado y ahora me estaba acompañando a mi hasta el 31. Para una persona que no está preparando específicamente una maratón, la verdad es que hacerse una tirada así es muy duro y estuvimos hablando de eso. Recuerdo que Alex bromeando me dijo que él en esos momentos no se cambiaría conmigo por lo de que todavía quedaban unos cuantos kilómetros, a lo que le contesté que yo tampoco me iba a cambiar con el, que ya que había llegado hasta ahí, era a mí a quien le tocaba vivir y sufrir lo que quedaba. Nos reímos y Alex me dijo que esa era la actitud. Aunque ya tuve la ocasión de conocerlo en persona en Valencia hace unos meses, haber corrido con él durante esos kilómetros me ha seguido confirmando lo que ya pensaba de él, que es un tío grande, muy simpático y eso sin entrar a valorar lo buen corredor que és.
Casi sin darme cuenta llegamos al kilómetro 31 y al llegar volvimos a ver a Montse y a Su que estaban esperando en ese punto. La verdad es que esperaba encontrármelas en la parte izquierda de la calzada y como estaban a la derecha, casi me paso de largo sin despedirme. Menos mal que me di cuenta a tiempo y pude acercarme un poco y despedirme de ellas mientras corría.
Alex, muchísimas gracias por haber corrido esos kilómetros a mi lado. Eres un tío que transmite positividad y en ese momento a mi me transmitiste mucha. Montse, gran parte de la culpa de que yo haya disfrutado tanto esta Marató es por tu culpa. Su, muchas gracias por venirte y darme ánimos. Si leéis esto, que sepáis que teneros ahí ha sido un puntazo. Espero que podamos volver a coincidir pronto en algún otro sitio y que la próxima vez pueda ser con más tiempo. Muchas gracias por darme otro de esos momentos emocionantes de esta carrera.
Distancia |
Tiempo de carrera |
Tiempo parcial |
Ritmo parcial |
Posición |
Km 25 |
2:13:54 |
26'54" |
5'23" |
7.369 |
Km 30 |
2:40:30 |
26'36" |
5'19" |
7.034 |
Siguiendo con la parte técnica de la carrera y concretamente sobre el tema del ritmo, en este tramo de Diagonal me dejé llevar algo y aunque sin fijarme demasiado en los ritmos, ya pude notarme que iba algo más rápido, aunque ya tenía decidido que empezaría a concentrarme seriamente una vez estuviese solo. La verdad es que este tramo, uno de los que están considerados como mentalmente más pesados, a mi se me pasó volando.
Tramo 5: Litoral hasta Plaça de Catalunya
Pasado este punto, sabía que venía una de las zonas con menos animación del recorrido. También sabía que en esta zona podría hacer viento y si sabía todo esto, además de por otras crónicas, análisis, etc. de la Marató que había leído por ahí, lo sabía porque desde hace algunos meses, al inscribirme a la Marató, descubrí en twitter a
Miquel Pucurull, escritor del libro
Mai no és tard, y una persona de quien podeis leer algo sobre su vida en este
link del Diario Sport. Pucurull tiene escritas en su blog
Calaix de sastre del món del córrer cosas tan interesantes como la
Fisionomia del recorregut de la Marató de Barcelona, que me parece una de las cosas más interesantes que se pueden leer sobre el recorrido de la Marató. Sin duda, una de las lecturas imprescindibles si quieres saber muchas cosas interesantes sobre el recorrido.
Pues bien, siguiendo con mi crónica y siguiendo corriendo ya por el kilómetro 32, recuerdo que giré a la derecha para empezar a recorrer la zona del Litoral y Passeig Maritim y ¡vaya sorpresón!, el gran Miquel Pucurull en persona, dando palmas y animando justo al iniciar esta zona prácticamente desierta de corredores. Le levanté la mano saludándole pero él, que estaba en la parte contraria de la calzada a la que yo estaba corriendo, a mi no me vio y por tanto no me devolvió el saludo. En ese momento me dio pena que no me hubiese devuelto el saludo pero estaba claro que el hombre no podía estar en todo, jeje. La pena desapareció inmediatamente y al momento me sentía contento y con una alegría enorme por haber podido ver en persona a uno de mis referentes en el camino a esta Marató. Sin ninguna duda, otro de esos momentos emocionantes de la carrera.
Después de esto y ya en el avituallamiento del kilómetro 32,5 me tomé mi tercer y último gel, justo antes de coger un repecho bastante puñeterito que hay para esas alturas de carrera y que me dio la sensación de que es una especie de puente que debe pasar por encima de alguna carretera, aunque no lo tengo del todo claro. Siguiendo la zona del litoral llegué al kilómetro 35 y aquí ya me di cuenta de que los ritmos estaban yendo más en consonancia con lo que ya había entrenado, algo más rápidos y también me di cuenta de que me encontraba con mucha fuerza tanto física como mental.
De este tramo recuerdo mucho mi paso por debajo del Arco de Triunfo. Ese fue otro (y ya aquí había perdido la cuenta) de los grandes momentos emocionantes de la carrera, que a esas horas y en la zona que estábamos era una pasada ver la cantidad de gente animando que había. Después de eso y cada vez con más y más gente animando, llegué a la Plaça de Catalunya (pasado ya el kilómetro 37) y ahí resonó en mi cabeza una de las frases que había leído en una de las entradas que escribió David en su
BlogMaldito y era que "
si llego a Pl. Catalunya, la Marató ya es mía". Aunque en ese momento no lo sabía, a día de hoy no puedo estar más de acuerdo.
Distancia |
Tiempo de carrera |
Tiempo parcial |
Ritmo parcial |
Posición |
Km 35 |
3:05:51 |
25'22" |
5'04" |
6.350 |
Como se puede ver, en esta parte del recorrido ya iba totalmente en mis ritmos de entreno, saliendo el parcial del kilómetro 30 al 35 a un ritmo de 5'04.
Tramo 6: la subida de Paral.lel hasta la meta
Después de pasar por la Plaça de Catalunya pasé por la zona del Barrio Gótico. Me encantó el paso junto a la Catedral y más con la cantidad de gente que había animando. Aproveché para tomarme un ligero respiro porque sabía que todavía me quedaban los dos últimos kilómetros de subida de Paral·lel aunque por otra parte, tenía muchas ganas de coger esa subida porque ahí tenía a mi familia esperando. En los últimos kilómetros tenía en mente y como objetivo que quería verlos. En esos momentos pensaba en ellos y pensaba también que ya tenía la carrera en el bolsillo y eran unas sensaciones de satisfacción constante.
En esta zona se pasa por el Passeig de Colom, otro de los sitios por el que me emocionó pasar porque recordé uno de mis viajes en moto en el que pasé por Barcelona hace ya muchos años y recordaba haber estado ahí. Buenos recuerdos, la verdad...
Suele decirse que en una maratón los últimos 195 metros son los que hay que disfrutar y que los anteriores toca sufrirlos pero para mí, en esta ocasión, fueron varios kilómetros en los que sentí las sensaciones que normalmente se sienten sólo en los metros finales.
Finalmente llegué al tan temido Paral·lel y la verdad es que llegué con muchísimas fuerzas y como ya he dicho, disfrutando al máximo y con muchísimas ganas de ver a mi familia. En ese momento sólo los tenía a ellos en mente, quería verlos y que ellos me vieran bien. Siempre que vienen a verme a alguna carrera, una de mis prioridades es que cuando tenga que pasar por la zona donde estén ellos, no me vean sufrir demasiado y esta vez, por mis sensaciones, sabía que iba a pasar por donde ellos estaban con buena cara.
Empecé a subir y a adelantar a muchísima gente que iba ya andando o prácticamente agotados. Sintiéndolo mucho por estas personas, para mi esta sensación es fabulosa. Es sentir que vas adelantando posiciones y aunque ya se que en una maratón lo importante es tu propio resultado y no el de los demás, supongo que todos tenemos una vena competitiva que hace que adelantar a aquellos que salían por delante de ti, te dé una gran satisfacción.
De esta parte de la carrera es de la que más fotos tengo. Curiosamente, tanto David de
BlogMaldito, como
La Bolsa del Corredor, como mi propia familia estaban en esta parte haciendo fotos. Gracias a ellos puedo tener todas estas fotos como recuerdo.
Y ya por fin, pasado el kilómetro 41, me encontré con Nuria, Sara y Àlex. Ahí estaban los tres, animando y me acerqué a chocarles la mano. Los vi muy contentos de verme y en ese momento sentí algo muy difícil de explicar con palabras, creo que sin ninguna duda fue el momento más emocionante de toda la carrera. Tenía a mi familia ahí, la carrera estaba casi hecha y yo me encontraba fuerte, todo había ido como tocaba... en ese momento nada podía ser mejor. Desde ese momento y ya hasta el final sentiría que las lágrimas querían escaparse de mis ojos y era de puro contento que estaba, pura felicidad.
En esa última parte de la carrera, repasé todo lo que me había pasado, quería que se me quedase grabado: la salida con Oscar, Jose Luis y Darío; el paso por zonas que no habíamos llegado a ver el día de antes con mi familia; encontrarme con Montse, Su y Alex y que además me acompañase durante ese tramo de ida y vuelta de Meridiana; ver a Pucurull en la zona del Litoral; encontrarme con mi familia justo en ese tramo final... en fin, aguantándome las lágrimas de la manera que podía.
Casualidades de la vida, justo en ese momento adelanté a un corredor al que conocía puesto que hace tiempo coincidí varias veces con él en un bar donde suelo almorzar cuando estoy trabajando. Si no me equivoco, se llama Carlos y, aunque luego ya no volví a verlo, nos saludamos y me dio alegría verlo. ¡Qué pequeño es el mundo!
Finalmente llegué al kilómetro 42, justo al punto en el que el día antes me había hecho esta foto.
Si alguna vez habéis visto una
mascletà de las Fallas de Valencia, mi sensación era más o menos la de una
mascletà cuando está ya en su punto final. La carrera, como una
mascletà, había empezado a ritmo tranquilo pero poco a poco se había ido engrandeciendo en sensaciones y en ese momento ya estaba explotando al máximo. Y ahí ya sí, en esos metros finales y con la meta a la vista, ya las lágrimas se asomaban, los escalofríos me recorrían y me sentía grande y feliz.
Distancia |
Tiempo de carrera |
Tiempo parcial |
Ritmo parcial |
Posición |
Km 40 |
3:30:36 |
24'45" |
4'57" |
5.558 |
Meta |
3:41:17 |
10'42" |
4'52" |
5.053 |
El parcial hasta el kilómetro 40, en teoría el más duro de toda la carrera, lo hice a un ritmo de 4'57, lo que demuestra que había corrido bien y había acabado aún mejor.
Al final, pasé por la meta en un tiempo de 3:41:17, a un ritmo medio de 5'15, quedando en la posición 5.053 de los 16.193 corredor@s que llegaron a acabar y en la posición 1.190 de mi categoría.
Personalmente y aunque me haga gracia decirlo, es mi peor marca personal en maratón (en Sevilla hice 2 minutos menos) pero teniendo en cuenta mi planteamiento de carrera, eso me da totalmente igual. No es ni mucho menos un mal crono y menos si tenemos en cuenta las sensaciones al final de la carrera. No tengo duda de que si hubiese ido solo desde el principio y si las cosas hubiesen sido según lo previsto, seguramente podría haber hecho algunos minutos menos, pero como ya he dicho, no me importa ni lo más mínimo. Esa sensación de acabar cansado pero fuerte a la vez y con lágrimas en los ojos por todo lo vivido en esas 3 horas 41 minutos y 17 segundos es para mí mucho mejor que rebajar en unos minutos ese tiempo a cambio de no disfrutar tanto.
Una vez llegado a meta, me colgaron la medalla de
finisher, me puse un poncho que me dieron y esperé a mi familia. Aparecieron al cabo de poco y los abracé mientras me felicitaban. En ese momento tuve que contenerme para no llorar de nuevo de la emoción y aunque la procesión iba por dentro, conseguí aguantar las lágrimas.
Como dato curioso, estos fueron los tiempos de paso en los dos medios maratones de la carrera:
|
Tiempo de carrera |
Tiempo parcial |
Ritmo parcial |
Posición |
Primer medio |
1:52:55 |
1:52:55 |
5'21" |
7.432 |
Segundo medio |
3:41:17 |
1:48:22 |
5'08" |
5.053 |
Hay bastante diferencia en el tiempo de la primera mitad de la carrera y la segunda, más de 4 minutos y medio (4'33"). Comparado con mis otros dos maratones, este ha sido el que he hecho la segunda mitad más rápida en relación con la primera. En Sevilla 2014 la diferencia entre ambos parciales fue de 2'31" y en Castellón 2014 la diferencia fue de 2'16", siempre haciendo la segunda media más rápida que la primera.
|
Tiempo final |
Primera mitad |
Segunda mitad |
Diferencia |
Sevilla 2014 |
3:39:17 |
1:50:44 |
1:48:23 |
2'31" |
Castellón 2014 |
3:23:02 |
1:42:39 |
1:40:23 |
2'16" |
Barcelona 2017 |
3:41:17 |
1:52:55 |
1:48:22 |
4'33" |
Creo que a nivel de ritmos me ha salido una carrera bastante parecida a Sevilla aunque la diferencia está en que en Sevilla controlé los ritmos desde el primer momento mientras que en Barcelona hice la primera mitad dejándome llevar al ritmo tranquilo del grupo y disfrutando más del recorrido.
DESPUÉS DE LA CARRERA
Una vez acabada la carrera, volví con mi familia al hotel y ahí pude comprobar que tanto Jose Luis (3:55:57), como Oscar (3:56:00) como Dario (3:59:00) habían llegado a meta, aunque me temo que sufriendo bastante en la última parte. Me dio mucha alegría ver que todos eran finishers y les doy mi enhorabuena por ello, sobre todo a Jose Luis por estrenarse en maratón. Aunque seguramente ahora seguramente pensará y jurará y perjurá que nunca más volverá a hacerlo, ¿apostamos algo a que vienen más? :-D
En el hotel y tras pasar por la ducha, recogimos y nos fuimos a comer. Ya sin ningún remordimiento me comí una hamburguesa con todos los extras que me supo a gloria y después de comer volvimos a Valencia después de un fin de semana muy intenso para todos.
Fue un gran fin de semana, muy emocionante como ya he dicho varias veces, tendremos que volver a Barcelona con más tiempo porque se nos han quedado muchas cosas por ver y conocer.
Y hasta aquí mi crónica de la Marató de Barcelona. Si has sido capaz de llegar hasta aquí y leerme, creo que más que nunca te doy las gracias ;-)